28 de junio de 2008

Nomás Eso Me Faltaba.


Una imagen dice más que mil palabras. Ese es mi hijo de 4 años con una compañerita de la guardería en el evento de fin de cursos. Yo no se a quién habrá salido...

24 de junio de 2008

Mi Experiencia Celular.

Actualmente es cosa de todos los días ver a alguien con un teléfono celular, y como tal hay quienes han tenido el mismo aparato durante toda su existencia (la del aparato y/o la del usuario).

Pero habemos quienes con el paso del tiempo hemos cambiado de aparatos celulares tratando de mantenernos al parejo de la tecnología y para sacarle el más provecho posible.

Y pues, dándole seguimiento a un post de mi amigo del alma Chien, Presentaré a continuación los modelos de aparatos celulares que han pasado por mis manos y que me han servido un buen (y que conste que no es meme).

Philips Fizz
Mi primer celular, el cual fue de prepago. Era literalmente un ladrillo, pero muy bueno. Recuerdo que cuando lo compré mi madre me vio con cara de "y eso para que lo quieres?". Lo extravié en la universidad.

Motorola Timeport
No pude permanecer mucho tiempo sin celular, y al adquirir este aparato entré al sistema de renta mensual. De hecho desde este modelo no he cambiado de número telefónico. Recuerdo a una compañera de la universidad que me decía que le gustaba verme con ese celular, que me hacía verme como gente importante (o sea, sin el celular ya no soy importante...). Se lo regalé a mi madre.

Nokia 5160
Hubo un tiempo que salí a trabajar a la Sultana del Norte, y tuve que tener dos números por economía: el de siempre y uno local de Monterrey, el cual fue de prepago. Perdió su razón de ser cuando se acabó ese trabajo, y lo tuve un tiempo en Guadalajara con un número local. Se lo regalé a una amiga.

Nokia 8260
Después de un tiempo y renovando mi plan adquirí este aparato, el cual lo traía por todos lados con el manos libres. De repente la gente me veía hablar solo y me tiraban a loco, hasta que notaban el cablecito que tenía disimulado por debajo de la camisa y pasaba por el cuello. Se lo regalé a un familiar.

Sony Ericsson T68i
Primer aparatito con cámara, aunque esta era desmontable y con una resolución muy pobre. Ya contaba con juegos mas decentes y con tecnologías de comunicación inalámbricas que me facilitaron la vida: Infrarrojo y Bluetooth (tecnologías que eran requisito para mis siguientes celulares). Se lo regalé a un familiar.

Nokia 6600
Ya con una cámara con resolución decente y con posibilidades multimedia. Lástima de su capacidad. Lo bueno fue que ya me permitía mandar todo a la computadora sin tanto brinco. Este aparato me acompañó a Tepic, cuando trabajé por allá, y conservé el número. A punto estuve también de tener dos aparatos, pero no fue necesario. Se lo regalé a un familiar.

Sony Ericsson W300i
Al renovar plan, renové aparato. Como curiosidad, el primer día que lo usé en forma fue el día que sufrí el accidente en el que volví a nacer. Con este sentí que al fin tenía un celular que cubría lo que yo necesitaba: conectividad inalámbrica, acceso a Internet, cámara muy decente, espacio en memoria para música y vídeo, y radio FM. Hubiera seguido con este aparato por mucho tiempo, pero mi Ñora tuvo un percance con su celular, por lo que renové mi plan para adquirir el siguiente y regalárselo a ella.

Sony Ericsson W580i
Mi celular actual. Si con el anterior estaba a gusto, con este estoy feliz. Mayor espacio en memoria para mi música y vídeos, mejor recepción de radio FM, sin Infrarrojo (tecnología casi obsoleta) pero con Bluetooth (tecnología ya consolidada y estandarizada), varias alarmas periódicas, con mejor batería y cámara con una resolución de 1 MP (no una cámara digital, pero ya bastante decente la imagen).


Para el siguiente aparato mi intención es que cuente con la posibilidad de conectividad WiFi. Lo demás, que se conserve como está (o si mejora la resolución de la cámara, resolución y tamaño de pantalla y aplicaciones, pues no me quejo). A ver si se me hace, jejeje.

7 de junio de 2008

Numeralia de Un Lustro.

Qué fácil y rápido es decir cinco años. Y mas si cambias las dos palabras por una: lustro.

Y qué pasa si en lugar de decir un lustro digo:

  • Seis diferentes domicilios, solo uno de ellos casa propia.
  • Tres poblaciones: Zapopan, Tepic y Tlajomulco de Zúñiga.
  • Dos rachas de desempleo de meses con su respectiva presión económica, una de cada lado.
  • Dos empleos inferiores, solo por garantizar el pan de cada día, uno por cada lado.
  • Dos carros diferentes, un Jetta y un Montza.
  • Un intento de negocio propio, pausado por un embarazo.
  • Dos embarazos, uno de ellos gemelar: tres hermosos hijos.
  • Infinidad de noches de desvelos.
  • Nueve empleos en total: cinco de un lado y cuatro del otro.

Y pues ya no me meto en más números porque me hago más bolas. Total que son cinco años de enmatrimoniados y, junto con esos números, muchas, muchas vivencias más.

Qué rápido pasa el tiempo, ¿verdad?