Tengo poco en el área pero ya me siento perfectamente integrado al equipo. Ya hasta tengo mis diferencias deportivas amistosas con varios seguidores del Cruz Azul y del América a razón de mi marcada preferencia por el Honorable, Respetable y Campeonísimo Rebaño Sagrado de las Chivas Rayadas del Club Deportivo Guadalajara. No aguantan nada; nomás porque mis Chivitas tienen más campeonatos (11) que todos los demás equipos de primera división... No aguantan nada, ¿verdad? jejeje.
También nos dieron el aviso de que, como área, probablemente nos cambiarían a otro domicilio a causa de nuestras necesidades de espacio. Dicha noticia a casi todos les cayó como bomba.
Mientras a mí me dejen lugar para tener un escritorio, una computadora con Internet de banda ancha, una extensión telefónica y una silla cómoda, con eso ya puedo trabajar. Aunque no me caería nada mal tener una oficina privada, un archivero, un teléfono directo sin restricciones de llamadas, una secretaria de buen ver, servicial, que sepa elaborar oficios, que me traiga un tecesito, un chocolatito o una coquita según sea necesario, un frigobar completamente bien surtido, un servidor potente con conexión a internet de banda super ancha con dirección IP fija y con un dominio personalizado, un equipo de sonido teatro en casa alta fidelidad 5.1 con reproducción de CD, MP3 y demás formatos de audio, un televisor de plasma de 37" con reproductor de DVD, conexión a televisión por cable y SKY (por si se ofrecen eventos especiales) y con PPV, un automóvil oficial del año de lujo, y también...
Por la tarde me pasó algo curioso. Estaba navegando por Internet desde ayer y me encontré con un Blog muy peculiar titulado "Recetario de una Vida Cualquiera". Me llamó la atención y me puse a darle lectura.
Me llamó mucho la atención lo bonita que puede llegara ser la vida familiar cuando hay amor.
Y no sé por qué extraña razón, me quedé pensativo, como depre, pero lo más curioso: de la nada. No sé si fue por ese blog, no sé si fue por el clima, no sé si fueron los tamales. Imagínense qué tan raro me sentí que decidí no ir a jugar futbol en el equipo del trabajo y en el cual voy todos los Viernes.
Ahí fue donde me di cuenta que algo me pasaba, porque el hecho de rechazar jugar un partido de futbol es muy raro para mí.
Cuando mi Ñora vio que pasé por ella a su Boutique y que no había ido al futbol se extrañó, pero al decirle que no sabía qué sentía simplemente lo asimiló y no le dio mayor importancia.
En fin, lo dejaré a que mi almohada lo revise, y si mañana sigo igual, le daré seguimiento al asunto; si no, es que mi Dra. Almohada hizo bien su trabajo.
Me llamó mucho la atención lo bonita que puede llegara ser la vida familiar cuando hay amor.
Y no sé por qué extraña razón, me quedé pensativo, como depre, pero lo más curioso: de la nada. No sé si fue por ese blog, no sé si fue por el clima, no sé si fueron los tamales. Imagínense qué tan raro me sentí que decidí no ir a jugar futbol en el equipo del trabajo y en el cual voy todos los Viernes.
Ahí fue donde me di cuenta que algo me pasaba, porque el hecho de rechazar jugar un partido de futbol es muy raro para mí.
Cuando mi Ñora vio que pasé por ella a su Boutique y que no había ido al futbol se extrañó, pero al decirle que no sabía qué sentía simplemente lo asimiló y no le dio mayor importancia.
En fin, lo dejaré a que mi almohada lo revise, y si mañana sigo igual, le daré seguimiento al asunto; si no, es que mi Dra. Almohada hizo bien su trabajo.
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